martes, 30 de octubre de 2012

Las dos caras del salto de Felix Baumgartner

El pasado 14 de octubre de 2012 Felix Baumgartner realizó una hazaña deportiva que fue seguida en directo por millones de espectadores de todo el mundo, a través de emisoras de televisión (como Teledeporte, en España) y del canal de Youtube creado específicamente para la ocasión: Red Bull Stratos. Logró romper tres récords mundiales: velocidad vertical máxima sin utilizar paracaídas guía, mayor altura de salto y caída libre más alta en distancia.



Los siguientes artículos han optado por centrarse en dos aspectos muy diferentes, casi contrarios, de este hito deportivo: la explicación física y la publicitaria.

"Física tras el gran salto", de Vicente Montes, analiza la parte más técnica y científica de la hazaña. Habla sobre las características que permitieron que el globo ascendiera a la estratosfera y soportara los cambios de presión y temperatura. Además, Baumgartner tuvo que vestir un traje especial para combatir una presurización que podrían dejarle sin oxígeno, hervir el agua de su cuerpo y provocarle la muerte. Una vez equiparadas las presiones del globo y el aire en el que se encuentra, este deja de ascender. Es el momento en el que Baumgartner salta, gracias a la fuerza gravitatoria. Se logró romper el número match porque las capas de presión más altas son también las que menos resistencia oponen al objeto que cae, permitiendo que la velocidad apenas se vea afectada. Sin embargo, este rozamiento del aire existe y fue el causante de la desestabilización del paracaidista, que dio vueltas muy agresivas y peligrosas hasta que consiguió hacerse con el control de su cuerpo, abrir el paracaídas y llegar a tierra firme.

"No es un anuncio, es una publicidad impagable", de Rosario G.Gómez y Paloma Marín, trata sobre la estrategia publicitaria utilizada por Red Bull para anunciarse con este hito deportivo. La marca, que siempre ha patrocinado deportes extremos, va un paso más allá y crea ella misma el evento, convirtiendo a los espectadores en "fans", que son mucho más fieles que los meros clientes. Integran la marca con el contenido y así se apropian de los valores de este, a la vez que sorprende y entretiene. Es una estrategia que se utiliza también a través del product placement en ciertas películas, como el balón o el paquete de Fedex en Náufrago. Además, el evento estaba estratégicamente escogido para crear mucha expectación. Así, la empresa ha conseguido que su logo fuese visto en todo momento por quienes seguían la proeza en directo y reproducido por todos los medios de comunicación. Corrieron el riesgo de que si algo iba mal, podría perjudicar la imagen de la empresa, pero no fue así, y se convirtieron en un referente de márketing. 

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